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Son ellos los que no han vuelto ¿o somos nosotros?

Pensamos que no llegaríamos a contar 10 años sin ustedes. El tiempo ha venido precipitándose desde aquel 30 de julio del 2013. Ahora no es posible distinguir con claridad lo ocurrido. O por lo menos eso sentimos.  En realidad, mucho se ha dicho sin poder encontrar una coordenada precisa. Una respuesta que nos deje tranquilos. Nos queda decir que su memoria queda viva después de 10 años. Que los seguimos echando de menos. Pero que no sabemos si volverán. Incluso, si nosotros lo haremos. A diez años de nuestra desaparición, que es la de ustedes, seguimos insistiendo en su regreso. Hay quién dirá que no es suficiente. Hay quién dirá que no vale la pena. Que tendríamos que olvidar. Seguimos pensando que es importante mantenerse firme frente a la condición terrible de la espera. Fernando: No hay mucho más que podamos decir que no se haya dicho antes. Hemos escrito para ti tanto que al final se vuelve nada. En 2014, escribimos: Tienes que volver. En 2015 escribimos: Estas aquí. No te has ido. Volverás. Puedes volver. Sacamos una secuencia de imágenes que hacen relación a los momentos en que estabas cerca de nosotros. Y reías. Reías y nosotros también reíamos como fue generalmente contigo. Como podría seguir siendo. Mamá Tina te esperó en la puerta para verte llegar un día. Maroly, tus tíos, tus sobrinos. Todos quedamos acá. Jefté: El muchacho del tambor. El que habla poco. El de buena voluntad. El de corazón inmenso. Mi Jefté. Decían que en algún tiempo nos parecíamos, pero tu estabas más flaco. Te fuiste a ciudad Victoria siguiendo al gordo. Sabíamos qué no hacías mucho para mantenerte vivo. Jefté Olivo. Así nos fuimos quedando sin ti 10 años. Fanjon nos enseñó videos tuyos donde hablabas más. Y queríamos siempre ponerte como principal. Que no te quedaras después de Fernando que era del que más hablábamos, pues. Que fueras igual de nombrado. Que tu nombre estuviera al lado. Que tu papá te siguiera buscando. Que no se diera por vencido pensando que estabas muerto. O si lo estabas que de cualquier modo te buscara. Omar. Te conocimos poco. Lola si te conoció. Ella es la única que ha podido hablar más de ti. En Cuando llegues a Thar salías con el cuerpo pintado de blanco y negro. Manejabas los bastones de fuego. Eres el más joven. Estabas viajando por el país y llegaste a una de las ciudades más violentas no sé si sabiéndolo o no. Te entendiste bien con el gordo. Te llevaste bien con Jefté. Pensaron en hacer proyectos. Vivían juntos en la casa de Carranza casi esquina con Gutiérrez de Lara. En tu facebook dice que naciste en 1990. Te conocimos poco. Si te encontraste con Fernando y Jefté te hubieras encontrado conmigo. Estaba por ir con ustedes. Por aquellos años me habían pedido que les ayudara a recuperar una casa abandonada que había sido de Sulaimán. Venía regresando de Vietnam. El primer mensaje que recibí fue de Lorena el 2 de agosto del 2013:  Si sabes algo de Fernando Landeros me lo hagas saber, pues solo queremos confirmar que anda por Tampico y que anda bien... no conozco a nadie más de allá que yo sepa que lo conoce por eso te pido el favor... Y ahí comenzó todo. Pensamos que volverían pronto. Que se habían ido de vagos y que prefirieron no decirle a nadie. Después dejamos de pensarlo. Después supimos que era importante comenzar a buscarlos. Hablé con Miriam que estaba en un colectivo de búsqueda en Monterrey. Entramos a ese proceso del dolor que implica la desaparición. Desde entonces han pasado 10 años. ¿Qué han hecho en todo este tiempo? ¿Qué implica para nosotros que no hayan vuelto? ¿Después de 10 años debemos perder la esperanza de verlos vivos? ¿Qué preguntas tendríamos que hacernos al ver transcurrido el tiempo del año 2013 al 2023 sin una noticia de ustedes? Son ellos los que en diez años no han vuelto o somos nosotros. Son ellos los que han estado aquí y nosotros nos hemos ausentado pensando que no volveríamos a verlos. Son ellos los que fueron secuestrados el 30 de julio en la avenida Berriozábal o fuimos nosotros que desde entonces no hemos podido ver con claridad la hora de su regreso. No queríamos cumplir 10. Ni 15. Ni 20 años sin verles y sin embargo hoy tendríamos que reconocer haberles perdido la pista. Reconocer habernos quedado sin ustedes o quedarnos con lo que nos han dejado de ustedes. Y en el fondo sabemos que con eso debe bastarnos. Con esas razones que se vuelven suficientes tendríamos que seguir insistiendo hasta que la noche se vuelva el día y tengamos la claridad de la verdad frente a la condición de la justicia sin que sea necesario esperar más o ponernos a escribir Fernando, Jefté y Omar que los extrañamos más que nunca y que nunca esto debió haber ocurrido y que nunca hubiéramos querido que sintieran en nosotros su desaparición.

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